La plaza exhibe una arquitectura de estilo tardo-barroco, típica de la segunda mitad del siglo XVIII. El diseño de la porta es obra de José Guerrero, se compone de un amplio arco de medio punto flanqueado por dos columnas toscanas, sobre las cuales descansa un balcón culminado en un frontón. 

La entrada principal se conoce como la puerta del Príncipe. El edificio se organiza en dos anillos, el primero rodea el ruedo y comprende las localidades de barrera y tendido, mientras que el segundo alberga las instalaciones internas de la plaza (corrales, enfermería, etc.), sobre las cuales se erigen las gradas cubiertas en una galería.

El palco del Príncipe está destinado a la familia real.